IU ha puesto a punto su maquinaria electoral para las elecciones generales al fijar el 15 de febrero la fecha de las primarias y ha dado por zanjada la crisis con la federación madrileña a cuenta del escándalo de Caja Madrid tras pedirle que cese a sus portavoces en el Ayuntamiento y la Asamblea.

De esta manera ha concluido la última reunión de la Presidencia Federal de este año, en la que se ha discutido largamente sobre el informe de la Comisión de Transparencia que ha elaborado un dictamen sobre el alcance de las responsabilidades políticas en relación con los escándalos de Caja Madrid y las tarjetas 'opacas'.

Y a la vista de este informe, el órgano de dirección de Izquierda Unida ha decidido exigir el cese de los portavoces en el Ayuntamiento, Ángel Pérez, y en la Asamblea de Madrid, Gregorio Gordo, mientras que ha salvado al "número dos" de la organización, Miguel Reneses, cuya dimisión también pedían muchos dirigentes de IU al considerarle igualmente responsable durante su etapa como coordinador madrileño (finales de 2000-principios de 2002).

También en este cónclave se ha ratificado que las primarias para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno se celebrarán el 15 de febrero. En el caso de que sólo se presente un aspirante, no parece que haya proceso de primarias porque, según han defendido varios dirigentes, sería someter al candidato a un "plebiscito". Todo apunta a que el único que concurrirá será el diputado Alberto Garzón, que ya ha dado un paso al frente una vez que ha logrado ganarse el apoyo expreso de la mayoría de las federaciones de IU.