Asegura que el escándalo también está afectando a su familia porque además ellos también han recibido amenazas: "Durante dos años, durante 500 días, yo y mi familia, mis hijos, hemos sufrido llamadas con la voz distorsionada y hemos recibido mensajes".

La médico, que denunció dos agresiones con arma blanca, acusó de acoso sexual al consejero delegado de OHL después de varias denuncias ante la policía por seguimientos y coacciones como esta a través de whatsapp: "Hija de puta desquiciada, acabará contigo, te la tiene jurada, nadie hace lo que tú estás haciendo sin pagarlo caro".

Pero él se aferra a un informe de la Guardia Civil que concluyó que el empresario nunca estaba cerca del móvil desde el que se emitían esas amenazas. Su suegro y presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir, ha salido en su defensa: "Es una operación de chantanje por una persona poco equilibrada. Creo que pronto se sabrá la verdad".

Su círculo más cercano cierra filas en torno al empresario, que asegura tener las pruebas suficientes para demostrar que nunca hubo acoso.