Isabel Campos llegó al Ayuntamiento de Alicante de la mano de Sonia Castedo. La alcaldesa la puso al frente de Urbanismo y desde ahí, igual que Castedo, mantuvo buena relación y muchas conversaciones comprometedoras con el empresario Enrique Ortiz.
En la última que publica ‘El Mundo’, fechada el 31 de marzo de 2009, Campos le ofrece a Ortiz un negocio con su marido. La investigación del llamado ‘Caso Rabasa’ sostiene que Isabel Campos fue una pieza clave para amañar, presuntamente el plan urbanístico de Alicante a favor de Ortiz, para que en estos terrenos el empresario amigo pudiera construir más de 13.000 viviendas.
El plan presuntamente hecho a la medida de Ortiz, incluía también la construcción de una tienda Ikea. Un megaproyecto en el que Ortiz tenía puestas todas sus esperanzas. Otra de las conversaciones pinchadas demuestra las prisas del empresario por que se apruebe el Plan Rabasa.
Quien le calma es, otra vez, Isabel Campos, la jefa del Urbanismo del Ayuntamiento de Castedo. Entre la segunda conversación y la primera en la que Ortiz se ofrece a hacerle un favor al marido de Campos pasan seis meses. En ese tiempo el Ayuntamiento de Alicante aprobó el plan urbanístico que ponía la ciudad en bandeja a Enrique Ortiz.