Escoltado por una decena de policías, el supuesto cabecilla de una célula terrorista vinculada al ISIS era detenido en Melilla. La Policía ha confirmado que se trata de un hombre español de origen marroquí que desarrollaba actividades propias de una auténtica milicia terrorista.

Durante el arresto se han vivido momentos muy tensos. "¡Somos musulmanes, no terroristas, dejadme vivir!", gritaba el hermano del detenido. Algunos vecinos han lanzado piedras contra los agentes y la prensa, con lo que la Policía ha respondido con disparos de pelotas de goma. Mientras realizaban los registros, los periodistas se han tenido que refugiar.

Terminado el registro, el detenido ha llegado a comisaría junto a otras ocho personas, de origen marroquí, que han sido detenidas en la ciudad alauí de Nador. Su misión era coordinar sus actuaciones con grupos vinculados a Al-Qaeda en el Magreb Islámico y para ello se servían de la experiencia yihadista del hermano del cabecilla, según el ministerio del Interior. Un exmilitar español, especialista en el manejo de las armas que se le supone comabiento ahora en las filas del Estado Islámico en Siria.

Según la Policía, este grupo estaría vinculado estrechamente con el autodenominado Estado Islámico que ha asesinado ya a varios civiles y se ha encargado de difundirlo en las redes sociales.

A esta operación se le suma otra, en la que se han interceptado en el puerto de Algeciras un cargamento 100 armas cortas dentro de un coche con destino a Beirut. De momento, no se vincula con movimientos terroristas aunque será la investigación quien determine finalmente ese extremo.