Según publica 'Vozpopuli', Moragas presionó a la exnovia de Pujol, María Victoria Álvarez, para que publicara el escándalo, lo hizo a través de varios SMS. Los dos fueron compañeros de colegio y en agosto de 2012 se pusieron en contacto. Meses después, Moragas envió un mensaje a la ex de Pujol Ferrusola afirmando: "Si dieses una entrevista y lo contases todo, salvarías a España y yo te haría un monumento".
María Victoria Álvarez respondió a Moragas que consultaría con un abogado esta posibilidad. Este medio indica también que, tras estas conversaciones, Moragas puso en contaco a María Victoria Álvarez con Sánchez-Camacho, inicio de un encuentro que ambas tuvieron en el Restaurante La Camarga.
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha afirmado que "las conversaciones con alguien que puedan declarar algo en un proceso" podrán tener "significación política", pero no "trascendencia estrictamente penal" para el proceso en cuestión.
Torres-Dulce se ha expresado así, en una entrevista, preguntado por un SMS que Jorge Moragas, jefe de gabinete del presidente del Gobierno, le envió a la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola. "Si dieses una entrevista y lo contases todo salvarías a España y yo te haría un monumento", le dijo Moragas, según los diarios digitales 'Vozpopuli' y 'Eldiario.es'.
"Hay dos planos, las actividades políticas, o preprocesales, correctas, lícitas, éticas o no éticas, respecto a los hechos, y luego las actividades procesales", ha remachado.
En todo caso, el fiscal ha querido ser prudente hasta que se confirme lo que ha calificado de "invasión de la intimidad de esa comunicación" algo que, además, ha afirmado que siempre le "preocupa".
Además, ha pedido que no se "mezclen" más hechos de los que derivan de las actuaciones judiciales. Así, ha recordado que hay hechos bajo investigación judicial, que en ellos ha aparecido "algunas de las personas" mencionadas en las conversaciones --en alusión a Alvarez-- y que antes o después se conocerán los hechos.
Eso sí, ha admitido que no es buena la sospecha de que el aparato del Estado actúa en función de cada circunstancia y que cualquier sospecha de interferencia en la Justicia "no resulta especialmente positiva" para la credibilidad de las instituciones.
En este punto, ha aprovechado para insistir en su reivindicación de potenciar el papel investigador de la Fiscalía, con "absoluta imparcialidad". A su juicio, si la Fiscalía tuviese más protagonismo en la investigación de los delitos y pudiera "gobernar desde el primer momento" el proceso en vez de depender de lo que aportan otros organismos --la Agencia Tributaria o las Fuerzas de Seguridad-- podrían establecer "con más nitidez las reglas del juego" y "los campos de responsabilidades en la preparación de los delitos".