La clase política catalana ha coincidido en destacar el coraje y el valor que demostró el fallecido presidente Adolfo Suárez al propiciar el regreso a Cataluña de Josep Tarradellas y la restauración de la Generalitat, así como su voluntad de dialogar y de llegar a pactos. 

Para el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol fue alguien "humanamente atractivo" que "no sólo era simpático y amable, sino que tenía valores humanos importantes" y tuvo actitudes "valientes, sinceras, generosas y atrevidas". En una larga comparecencia, Pujol, a pesar de expresar en diversas ocasiones su agradecimiento a Suárez, no ha escondido que el presidente español fallecido "cometió algunos errores, que han repercutido en el tiempo", aunque no los ha querido explicitar.