El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha abandonado el juzgado tras ser interrogado durante dos horas ante la juez que le ha imputado por blanqueo de capitales y delito fiscal por la fortuna que mantuvo oculta durante años, mientras su esposa, Marta Ferrusola, se ha negado a declarar.
A su salida del juzgado, acompañados por sus letrados Cristóbal Martell y Albert Carrillo, Pujol y su esposa han tenido que volver a oír los improperios improvisados de varias personas, como les ha ocurrido a su llegada a la ciudad judicial, con gritos de "chorizo" y "Cataluña no se merece personas como ustedes".
Según fuentes judiciales, el interrogatorio a Pujol, que han dirigido la juez y el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón, ha sido exhaustivo y se ha centrado en buscar contradicciones en la versión que el expresident esgrimió en su carta de confesión y después en su comparecencia en el Parlament, de que el dinero oculto es un legado de su padre Florenci.
Por su parte, la esposa del expresident Marta Ferrusola se ha acogido a su derecho a no declarar ante la magistrada, han informado las mismas fuentes. Tras las comparecencias del matrimonio, está previsto que la juez interrogue ahora a sus hijos Marta, Mireia y Pere, que también están imputados por los delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales.