Jordi Pujol Ferrusola ha llegado este jueves por la mañana al juzgado de instrucción número 31 de Barcelona ocultando su rostro con un casco de moto, que no se ha quitado hasta justo la entrada principal del edificio, en la Gran Vía.

El hijo mayor del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha explicado que estos productos financieros en los que se invirtieron los 140 millones de pesetas (en dólares) del supuesto legado inicial, tenían fechas de vencimiento distintas y acabaron reportando un millón de euros, por persona, para su madre, Marta Ferrusola, y los siete hermanos: Jordi, Marta, Josep, Mireia, Pere, Oriol y Oleguer.

Jordi Pujol Ferrusola es el quinto miembro de su familia citado a declarar como imputado por la juez que investiga la fortuna oculta, después de que el pasado mes de enero declararan sus padres y sus hermanos Marta, Mireia y Pere.

La juez considera que la declaración de Pujol Ferrusola es "imprescindible" para la causa, dada la "falta de concreción" de los miembros de la familia imputados sobre los ingresos, los importes y los conceptos de los fondos que tenían ocultos en el extranjero.

Según deduce la magistrada de las declaraciones del resto de miembros del clan, Jordi Pujol Ferrusola fue el que gestionó los fondos ocultos entre los años 1990 y 1992 y quien, posteriormente, se encargó de realizar el reparto entre los siete hermanos y la madre, Marta Ferrusola.

De hecho, en sus comparecencias ante la comisión del Parlament que investiga la fortuna de los Pujol, todos los hermanos se remitieron a las explicaciones que daría ante la juez Jordi Pujol Ferrusola sobre el reparto de los fondos ocultos en Andorra y sus movimientos durante los años en que los gestionó.

El propio Jordi Pujol Ferrusola, pese a la insistencia de los diputados de la comisión de investigación, eludió dar explicaciones sobre su gestión de los fondos ocultos, con el argumento de que primero debía exponerlas en su declaración como imputado ante la juez de Barcelona.

En cualquier caso, corroboró la versión de su padre de que el dinero procede de un legado en divisas que les dejó su abuelo Florenci para que la familia se pudiera mantener, ante sus temores por la actividad política de Jordi Pujol y el futuro de España.

También apuntó que no sabe cómo se administró esta fortuna hasta que su tío Joaquim Pujol i Figa le encomendó la gestión del patrimonio, a partir de 1990.

En su comparecencia ante los diputados de Barcelona, en una maratoniana sesión que se prolongó durante cinco horas y en la que la oposición le afeó su arrogancia, Jordi Pujol Ferrusola repitió también los argumentos que en su día esgrimió ante el juez de la Audiencia Nacional: que nunca ha cobrado comisiones de la administración ni ha operado desde paraísos fiscales.

La imputación de Pujol Ferrusola y su exmujer Mercè Gironés por parte del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz responde a un informe de Hacienda que detectó movimientos sospechosos de divisas del matrimonio durante ocho años (2004-2012) en trece países por 32 millones de euros.

Además de Jordi Pujol Ferrusola, la juez ha citado como testigo para este jueves a Marta Pallerola Dolcet, a quien Mireia Pujol Ferrusola señaló como la persona que realizó las inversiones de sus fondos desde Andorra y que, según su versión, logró que la cantidad final de que dispone sea superior a la de sus hermanos.