Cobros millonarios a cambio de nada. Los pelotazos de Jordi Pujol Hijo habrían llegado a 8 millones de euros por trabajos inexistentes para empresas relacionadas con la administración catalana. Lo sospecha la UDEF en un informe en el que, además, habla de casi 10 millones de euros de comisión en la venta de terrenos para construir un resort en México. La Policía asegura que Jordi Pujol Ferrusola cobraba a través de empresas pantalla en 13 países.

La policía sospecha que al menos 17 empresarios que pagaron 8 millones de euros, en comisiones ilegales, al hijo de Pujol por servicios inexistentes. "Nunca se documentaba con carácter previo la cantidad o forma de pago (...) Una vez conseguido el negocio se discutía sobre el importe a percibir por Jordi Pujol Ferrusola".

Según el informe, los agentes quedaron muy extrañados de que el hijo mayor de Pujol hiciera negocios como supuesto experto en materias tan diversas como "la intermediación inmobiliaria en distintas zonas de España, el negocio de las refinerías petrolíferas, el desarrollo de plantas fotovoltaicas o la actuación como bróker".

El informe, al que ha tenido acceso El País, concluye que en muchos casos Pujol Jr percibía jugosas comisiones ilegales básicamente por no hacer nada. Como en el caso en que el hijo de Pujol Jr justificó una comisión por la compraventa de un edificio de oficinas en Madrid. Cuestionado por la policía, el vendedor declaró que no hubo ningún tipo de intermediación.

"Se limitó a poner un anuncio en la prensa y decirle al conserje de la finca que publicitara que su propiedad estaba a la venta", pero Jordi Pujol JR no sólo tenía inquietudes empresariales en España, también fijo su atención y su dinero en otros países.

Un ambicioso macroproyecto en el Golfo de California con campo de golf, puerto deportivo, hoteles de cinco estrellas y 2.000 viviendas de lujo. Jordi Pujol JR compró el 20% del negocio y vendió dos años después obteniendo una espectacular comisión de casi 10 millones de euros. 

La Audiencia Nacional sospecha que el primógenito del clan Pujol cobró una comisión encubierta al comprador, Isolux Corsan, que por otra parte es uno de los principales contratistas de la Generalitat Catalana.