Fueron de la mano durante años, presumiendo de estrecha amistad: "Nuestros padres habían sido amigos, nosotros somos amigos, nuestras familias son amigas". Y al amigo Rato también le dedicó bonitas palabras: "Es un gran político, ha sido y es un político formidable".

Pero, antes del exvicepresidente, otro del entorno de Aznar que cayó fue Miguel Blesa. Imputado por las preferentes, las tarjetas black, y también amigo: "Tengo una amistad personal con Blesa. Siempre le he tenido por una persona capaz y competente". Piropos que Aznar intercalaba con palabras duras contra la corrupción: "Es un cáncer que no podemos tolerar".

Pero lo cierto es que se ha visto rodeado por los escándalos. La Gürtel acudió a la boda de su hija, y los casos de corrupción han salpicado también al que fue su Gobierno.

En el año 2000 posaban así: Rato, al lado de Aznar. Matas, ahora en prisión, en la fila de arriba. Y ahí también estaba Cascos, que tuvo que responder por los sobresueldos en el PP. Pero ahora, el juez Ruz sitúa la supuesta caja B durante su presidencia del partido.

"De mis actos siempre respondo yo, desde el primero hasta el último". Eso dijo en el último discurso ante los suyos. Porque, aunque Aznar dejó la política, nunca se ha ido del todo, ni se ha puesto de perfil. Y siempre han acabado aplaudiendo.