Víctor es estos días portada en muchos medios porque una sentencia le permitirá depositar su papeleta en las urnas el próximo domingo. Delante de un tribunal ha demostrado que conoce perfectamente la política y a quienes la componen. Su sentencia de incapacitación sólo afecta a aspectos económicos, patrimoniales y personales. Por eso su lucha y la de su familia ha sido incansable.
A Jesús le pasó algo parecido. Un juez le retiró el derecho de sufragio y después de un largo proceso otro tribunal se lo devolvió pero tuvo que someterse a multitud de pruebas y cumplir varios requisitos. Lo que pasa es que nos enfrentamos a un nuevo procedimiento con los gastos que eso supone, los plazos y no se lo ponen nada fácil” explica Inés de Araoz, abogada de FEAPS.
Para Carmen, su familia solicitó su incapacitación para protegerla en la gestión del patrimonio pero no sabía que invalidarla en las gestiones administrativas conllevaba también retirarla del censo electoral. Ahora ella lucha por votar.
Y como ellos, unos cinco millones de personas con discapacidad intelectual en Europa quieren que el próximo 25 de mayo su voz también se escuche.