Juan Carlos I habría donado a su amiga Corinna Sayn Wittgenstein y a su hijo Alexander 65 millones de euros. Eso es al menos lo que ha declarado Corina, que el rey emérito le hizo ese regalo monetario justo después del incidente de Botswana en 2012.
La empresaria alemana explicó ante un juzgado de Madrid que el viaje a Botswana se les presentó como "un regalo" para ella y su hijo, que no había estado en un safari antes: "Viajé con él para supervisarle y a petición expresa del rey emérito. Mi ex marido, Phillip Adkins, quien se había hecho muy amigo del Rey Juan Carlos, también viajó con nosotros".
La Fiscalía suiza está investigando esa presunta donación de 65 millones de euros que el rey, según 'Ok Diario', había recibido cuatro años antes del rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz, con quien mantenía unas excelentes relaciones.
La donación fue transferida a través del Ministerio de Finanzas del Estado árabe y según este diario, los fondos percibidos no guardaban ninguna relación con las comisiones del AVE a La Meca. Según las primeras pesquisas, proceden de la cuenta llamada Lucum, otra de las estructuras financieras en la que figuran varios beneficiarios que manejaban los testaferros del entonces rey para ocultar su dinero.
La defensa de Corinna responde en un comunicado
El abogado de la princesa alemana ha reconocido que su cliente recibió tal cantidad por parte del monarca español que, según su testimonio, se había 'encariñado' de ella y su hijo.
"La donación se documentó claramente como un regalo, y las empresas de servicios profesionales y los bancos realizaron el cumplimiento y la diligencia debida necesarios sobre los fondos. Nuestra cliente no tiene lugar en estos procedimientos y aguardamos su pronta conclusión", explican desde la defensa.
Fue precisamente el viaje de Botswana lo que precipitó la ruptura de la relación entre Juan Carlos I y su amiga Corinna Sayn Wittgenstein. Según ella misma narró en la declaración en Madrid, poco después se dio cuenta de que la estaban siguiendo agentes del CNI. Un mes después, los servicios secretos españoles pudieron demostrar que Corinna había tenido una relación económica con Juan Carlos I.