Despues de una jornada que empezó este jueves, Albarracín y Lanzas han recibido el auto que les envía a prisión, tras pasar toda la noche en el edificio de los juzgados. Ambos imputados se unen así a Francisco Javier Guerrero, ex director general de Trabajo de la Junta que ingresó en prisión el día anterior, y Juan Francisco Algarin, encarcelado en enero como testaferro de varias empresas empleadas para introducir en el circuito financiero las comisiones que cobraban.
La juez Alaya, que se acaba de reincorporar tras una baja por enfermedad de seis meses, ha mantenido una jornada maratoniana que empezó a las 11.00 horas del jueves y concluyó en la mañana del viernes, durante la cual tomó declaración a cuatro personas, de las que dejó libres a dos: Daniel Ponce, ex director adjunto de Mercasevilla, y Jesús Bordallo, ex director comercial de Vitalia en Andalucía.
Según los autos de prisión, el ex director general constituía el centro de una trama convertida en "un verdadero negocio" en la que percibía "dádivas o presentes a cambio de las cuales omitiría la celebración de licitación pública para la designación de las consultoras" que se encargaban de tramitar los ERE financiados por la Junta.
Las investigaciones de la Guardia Civil indican que Guerrero y su esposa llegaron a percibir 249.000 euros en transferencias de menos de 3.000 euros de las mediadoras en los ERE. Abogados presentes en las actuaciones han comentado a los periodistas que la juez Alaya ha dado muestras de nerviosismo y cansancio según avanzaba la madrugada, aunque el agotamiento era visible en varios letrados e imputados que llevaban en el juzgado desde que habían sido citados a las 11.00 de la mañana del jueves.
La juez decretó prisión para Juan Lanzas, un exsindicalista de UGT que se ha acogido a su derecho a no declarar, aunque su comparecencia se ha prolongado una hora debido a que la juez le ha leído el listado de irregularidades que le imputa.
Su abogado, Pablo Luna Quesada, ha dicho a los periodistas que Lanzas puede justificar los 82.000 euros que los perros adiestrados de la Guardia Civil encontraron el miércoles en una maleta bajo la cama de sus padres, ya que era un dinero que había sacado para que su familia pudiese vivir en previsión de su ingreso en prisión. Lanzas ha quedado ingresado en la cárcel de Sevilla-1 y Algarín en la de Morón de la Frontera (Sevilla).