Amat, que tras ocupar el cargo de director de Negocio en la caja madrileña asumió el de director general de la matriz de Bankia, BFA, ha declarado hoy como testigo ante el juez Fernando Andreu por las supuestas irregularidades en la fusión y salida a bolsa del grupo.
Según han informado fuentes jurídicas, Amat ha sido preguntado por un informe de inspección del Banco de España, fechado el 3 de diciembre de 2010, en el que el supervisor lamentaba los "retrasos" y "dificultades" en facilitarles documentación.
"Hay que destacar las dificultades y retrasos en obtener cierta información en el marco del seguimiento, y que acaban entregando después de meses y de realizar fuertes presiones (se produce más en el área financiera que en la de riesgos). Se trata de una cultura implantada desde la dirección general adjunta (antes Matías Amat y ahora Ildefonso Sánchez Barcoj) que es admitida (en petit comité) por los interlocutores del equipo", rezaba el informe.
Pero Amat ha afirmado que no tenía conocimiento de esas acusaciones y que su relación con la inspección siempre fue "cordial y colaboradora". Tampoco ha podido explicar, según las fuentes consultadas, cómo Caja Madrid aportó un patrimonio neto de mas de 5.000 millones netos a Bankia que meses después acabaron perdiéndose, tras el rescate a la entidad.
En ese mismo informe, el organismo supervisor calculaba que Caja Madrid podría llegar a perder en dos años casi 5.000 millones por el riesgo que tenían todos los créditos concedidos durante la etapa de Miguel Blesa como presidente de la entidad, 3.020 de los cuales ya eran los "acreditados más problemáticos o con mayor probabilidad de manifestarse".
Por otra parte, Amat, que se acogió a principios de 2011 al plan de prejubilaciones voluntarias del grupo, recibiendo por ello una indemnización de 6,16 millones de euros, ha negado que tuviera responsabilidad como director general de participadas en la Corporación Cibeles ni en el City National Bank de Florida.
En este sentido, no ha podido dar una explicación a por qué, tras la entrada de José Ignacio Goirigolzarri, se registró un deterioro de mas de 700 millones solo en participadas, ya que, ha precisado, cuando abandonó la entidad la situación era "correcta".
También ha testificado Antonio Román, que fue interventor general de BFA hasta mayo de 2011, y que ha sido cuestionado por la "preocupante" divergencia del ratio de mora publicado y el real al que también aludía el Banco de España, pero el testigo ha respondido que lo desconocía.
En concreto, el supervisor subrayaba en su informe que "la bajada de saldo dudoso no es producto de un descenso de la siniestralidad, sino de una política agresiva de refinanciación de operaciones morosas minoristas y en empresas, adelanto de fallidos y bajada por daciones-adjudicados. Se está posponiendo buena parte de la morosidad dado el perfil de algunos deudores".
Está previsto que Andreu tome declaración como testigos al exresponsable de Bankia Hábitat Juan Bartolomé y al ex director general de medios de BFA-Bankia Pedro Vázquez.