El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha rechazado revocar las euroórdenes contra el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el exconseller Toni Comín, si bien ha pedido al Parlamento Europeo que suspenda su inmunidad como eurodiputados para poder proceder a su entrega.
Mientras no conceda ese suplicatorio, las euroórdenes quedan de facto congeladas, ya que no podrán aplicarse fuera de España, por lo que ambos europarlamentarios podrán acudir a Estrasburgo el próximo lunes para ejercer sus funciones en el pleno de la Eurocámara, indican fuentes jurídicas.
El magistrado, que ha dictado dos autos este viernes, también ha comunicado formalmente al juez belga encargado de sus euroórdenes que paralice la tramitación de las euroórdenes hasta que el Parlamento Europeo se pronuncie. A la luz de la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), Llarena reconoce que Puigdemont y Comín, fugados desde 2017, están protegidos frente a "toda medida de detención" y "actuación judicial fuera de España".
En el auto en el que pide el suplicatorio, Llarena hace un extenso recorrido por el proceso soberanista catalán de 2017 en el que resalta la gravedad de los hechos que se les imputan y precisa que éstos no guardan relación con su condición de eurodiputados, pues se remontan a antes de que fuesen elegidos. Alerta también de que la inmunidad podría ser instrumentalizada por Puigdemont y Comín para eludir eventuales responsabilidades penales, y alude a la situación de Oriol Junqueras, que no evitó la acción de la Justicia, fue también elegido eurodiputado y no ha podido ejercer después de que ayer el Supremo le negase la inmunidad al estar condenado en firme a pena de prisión.