Un exclusivo mercedes por ejemplo está tasado en más de medio millón de euros, el primogénito pagó tan solo 90.000 euros por él, la sexta parte de su valor. También fue un ganga un jaguar. Le costó 3.000 euros cuando su precio ronda entre los 80.000 o 240.000 euros.

Pujol Ferrusola pagó 25.000 euros por un Lamborghini Diablo un precio irrisorio por un superdeportivo de esas características.  El concesionario que lo vendió había pagado por él previamente 126.000€. La diferencia pudo aportarse en dinero negro con lo que se redujeron considerablemente los tributos a Hacienda.

Dos unidades del modelo Porsche de 1974 también formaban parte de su parque automovilístico. Uno de ellos le costó 2.800 euros, cuando su valor roza los 500.000. El matrimonio Pujol Ferrusola dificilmente podrán justificar estas compras y el juez sospecha que la diferencia de precios pudo aportarse en dinero negro, por lo que Son exactamente 11 coches de lujo de los que el juez Ruz ha pedido todos los datos disponibles a la DGT.

Adquirio un coche que no podría ni justificar que supuestamente se tratase de un vehículo antiguo en mal estado. Tampoco lo va a tener fácil en los clásivos que adquirió. Un porsche de 1974 le costó 2.800 euros, un precio regalado para un vehículo de esas características muy apreciado por coleccionistas.

Un afán de coleccionar coches de lujo que han puesto a Jordi Pujol Ferrusola en el punto de mira. El Juez Ruz investiga blanqueo y delito fiscal en la compra de once superdeportivos.