La vida entre rejas de Carlos Fabra parece más la de un jubilado en una residencia. "Está en un módulo de respeto, allí hay sobre todo presos mayores, no peligrosos", explica Luis Rendueles.
Según Interviú, el que fuera el hombre fuerte del PP en Castellón les dice a los otros presos que no votará nunca más a los populares. "Testimonios recabados denuncian que recibe un trato privilegiado, que reniega del PP, su partido, y que anima a todos a no votar por Rajoy", dice la revista.
Su día a día es tranquilo. Se levanta a las 8 en una celda individual y llama por teléfono a sus hijos, y después juega al dominó con los otros reclusos hasta la hora de comer.
"El señor F nunca dice que no a lo que le piden: tabaco , dinero para tarjetas de teléfono, patatas fritas. Invita sobre todo a quienes juegan la partida con él...", dice uno de los reclusos.
Lo hace, según dice, porque su pensión de 2.600 euros se lo permite. Tras comer lo que se prepara, ve un rato la televisión, pero nunca laSexta porque según los presos odia al Gran Wyoming. "Decía que iba a recopilar información para hundirle, porque le había hecho mucho daño", comenta un recluso.
Los demás internos denuncian que recibe trato de favor porque los funcionarios le llaman Don Carlos, y explican que "ha prometido a varios funcionarios cenas, juergas... en Castellón".