El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, preside la reunión de la Junta Directiva Nacional del partido con el objetivo de preparar la estrategia ante la cita con las urnas del 24 de mayo, en la que los populares se juegan su hegemonía territorial en ayuntamientos y comunidades. 

El máximo órgano entre congresos, que no se reunía desde hacía dos años, congregará en la sede nacional del partido a la mayor parte de los barones regionales, a diputados, senadores, eurodiputados y alcaldes, así como responsables regionales y provinciales del partido, entre otros. 

Son más de 600 los dirigentes convocados a esta reunión que se celebra tras una Semana Santa convulsa con cruces de acusaciones internas por los malos resultados en Andalucía y la supuesta falta de unidad entre los populares. 

Los dirigentes del PP confían en que Rajoy -cuya intervención será pública y abierta a los medios de comunicación- pida a los populares que aparquen las diferencias y discusiones y pongan todo el esfuerzo en los comicios autonómicos y municipales que se celebran en menos de dos meses. Rajoy señaló ya en cualquier caso que el PP sigue siendo un partido unido que, como el Gobierno, está "funcionando bien", y aseguró que no tiene intención de hacer cambios en la cúpula popular. 

Admitió que podría haber pequeños ajustes, pero no "grandes cambios", porque quienes dirigen el PP ahora son los mismos que llevaron al partido a la victoria en 2011 en las generales y en municipales y autonómicas. Una victoria que espera revalidar el presidente del Gobierno, quien de nuevo, en una entrevista en Radio Nacional, expresó su convicción de que la recuperación económica ayudará al PP a que los ciudadanos vuelvan a confiarle su voto. Rajoy advirtió de que las discusiones internas "no aportan nada" y en cualquier caso apuntó que no son su "gran preocupación". En esta línea, fuentes populares han asegurado que el presidente está tranquilo pese al ruido de esta Semana Santa. 

Una semana en la que, tras varios días de informaciones periodísticas que especulaban sobre cambios en la cúpula, el entorno de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, salió al paso para defender a su presidenta regional y acusar a otros de intrigar contra ella.