El 'pequeño Nicolás' está procesado por fingir que era emisario de la Casa del Rey y del Gobierno y, con esta usurpación, presentarse ante empresarios gallegos y ofrecerles contratos públicos a cambio de comisiones.
La acusación particular pide penas de hasta 11 años por este engaño a raíz del cual se destapó una trama en torno al acusado.