Que el AVE pase por Murcia va a salirle caro a las arcas públicas, según la Guardia Civil y la Agencia Tributaria, la obras se han inflado casi 18 millones de euros en sólo tres años aprovechando las características del terreno.
En el tramo entre Crevillente y Murcia, el trazado del AVE atravesaba una compleja red de acequias y canales de riego que había que reposicionar. Para eso, Adif pagó entre 2011 y 2014, más de 62 millones de euros de los que 17 y medio se habrían malversado con facturas engordadas o directamente falsas.
La red, detenida en noviembre del año pasado, facturó a Adif como si para la mayoría de los arreglos se hubiesen tenido que utilizar tablestacas, unas pantallas normalmente de hormigón, que se usan a modo de contención. Pero según los técnicos, ese recurso no era necesario.
En la cabeza de la trama se sitúa José Manuel Fernández Pujante, el entonces ingeniero jefe del Juzgado de Aguas de Orihuela. Él consiguió que fuera la constructora de un conocido suyo, Obras Marimar, la que gestionara la reparación de las acequias. Ésta le repercutió a Adif trabajos que nunca se realizaron, pero Adif no se dio cuenta porque Pujante pagaba mordidas al que tenía que haberse percatado, José Luis Martínez Pombo, el exjefe de infraestructuras de Adif para la línea del AVE a Levante.
Antes de su detención, Martínez Pombo regularizó 2.400.000 euros en la amnistía fiscal. La justicia intenta ahora bloquear sus cuatro cuentas en Suiza.