Gobierno y Generalitat se dan la mano a tres días del referéndum. Sin embargo, la Junta de Seguridad, tras una hora y media de reunión, ha constatado aún más las diferencias ante el 1 de octubre.
Según fuentes de Interior, el Govern considera "papel mojado" lo ordenado por los jueces y por eso seguirán desobedeciendo. "Lo más importante es la salvaguarda de la convivencia ciudadana", afirma Joaquim Forn.
Puigdemont, que en la reunión ha estado acompañado de su conseller d'Interior y los Mossos, cree que la órdenes de precintar son un sinsentido. Por su parte, el Gobierno confía en que la policía autonómica acabe cumpliendo.
Los sindicatos de la Policía Nacional han defendido su posición: solo están, dicen, al servicio de la Justicia. "Se trata de garantizar el orden público, jamás de pegarle a una abuela", apunta José Antonio Calleja, portavoz del Sindicato de Policía.
Lejos de la Junta de Seguridad, en las escalinatas del Congreso, En Comú Podem, Esquerra y PDeCAT han reclamado "demòcracia" frente a lo que entienden como "represión" del PP.