La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, se ha retirado del proceso de elección de la nueva dirección del Fondo Monetario Internacional, según el Gobierno, para promover el consenso entre los países de la Unión Europea para elegir una candidatura común
"Con tal fin, anunciamos que el gobierno apuesta por lograr un acuerdo europeo, sin que la ministra de Economía Nadia Calviño participe en la siguiente fase", explica Moncloa en un comunicado.
España retira a su candidata en el último momento, cuando se inician las votaciones en el FMI.
El Gobierno de Pedro Sánchez, añaden, "seguirá trabajando para impulsar la gobernanza de los organismos internacionales y considera un honor que cualquiera de sus integrantes pueda ser considerado, ahora y en el futuro, como una garantía al más alto nivel para su funcionamiento.
Segunda retirada
Anoche se retiró, con un mensaje muy similar, el portugués Mário Centeno, el presidente del Eurogrupo. En la red social Twitter, ha señalado: "Quiero ayudar a encontrar un consenso. No participaré en esta etapa del proceso (votación de hoy). Permanezco disponible para trabajar hacia una solución que sea aceptable para todos".
El candidato portugués anunció anoche que tampoco participará en la votación para "ayudar a encontrar un consenso".
La retirada de ambos puede facilitar la elección, aunque si es necesario, la votación se repetirá en varias vueltas hasta dejar un único nombre. El ganador debe obtener una mayoría cualificada, esto es un 55% de Estados miembros a favor (un mínimo de 16 de los 28) que representen al menos el 65% de la población.
El bloque del Sur, sin candidato
El Sur se queda así sin ningún candidato. Tres europeos siguen en la lista para ser elegidos, a la espera de una nueva votación. La elección debe ser por mayoría cualificada. Los nombres todavía en la carrera son el exministro holandés y exjefe del eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem; el gobernador del Banco de Finlandia y excomisario europeo Olli Rehn y la actual consejera delegada del Banco Mundial, Kristalina Georgieva.
La tradición es que el FMI lo presida un europeo y el Banco Mundial, un estadounidense.
Una vez que se resuelva la dirección del FMI, empezarán las negociaciones para ver quién preside el Banco Mundial. Aunque es tradición que un europeo esté al frente del FMI y un estadounidense a la cabeza del Banco Mundial, todo puede pasar. Países como India o México reclaman más peso en la escena mundial, y maniobran para colocar a sus propios candidatos.