Ni los ataques machistas en la política no son una novedad, ni Irene Montero la única víctima. Las exministras Leire Pajín y Bibiana Aído ya tuvieron que hacerles frente.
La toma de posesión de Leire Pajín se vio manchada por las declaraciones del entonces alcalde de Valladolid solo un día antes. "Tengo que decir que cada vez que le veo la cara y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a decir aquí", afirmó entonces Javier León de la Riva. Poco después se disculpaba por "esos comentarios que uno hace y que debería haber retenido", pero antes de terminar la frase volvía a faltarle el respeto: "A mí me recuerda a un personaje de dibujos animados, qué le vamos a hacer".
Pajín no solo recibió ataque desde la política. En un artículo de opinión del ABC se publicaba este fragmento: "Tiene cara de actriz porno, pero de las depravadas, de las que hacen el número de la cabra o se dedican a dar conciertos de flauta dulce".
Los ataques continuaron mucho después de su marcha del Gobierno. Ignacio Aguado en 2019 justificaba la falta de mujeres en el primer gobierno de Ayuso aseverando que "para poner 'pajines' o 'aídos', mejor no hacerlo". Cuando le preguntaron si se arrepentía de esas declaraciones, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid se ratificó.
Pajín no era la única. Esperanza Oña, que luego ocuparía la vicepresidencia del parlamento andaluz, escribió sobre la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón, que había sido elegida "por estar embarazada": "Si fuese hombre, no ocuparía el cargo que desempeña".
No obstante, en los últimos años el machismo se ha cebado con Montero. La ministra ha coleccionado un gran repertorio de insultos hacia su persona siempre en la misma línea. El exlíder del PP, Pablo Casado, llegó a acusarla de ser ministra en el Gobierno "por ser mujer del vicepresidente".
Cuca Gamarra la definió como una ministra "inmadura e infantil", Macarena Olona como "débil y víctima" y Víctor Píriz la llamó "inútil". Insultos que no son críticas a la gestión y que dejan patente que el Ministerio de Igualdad es más necesario que nunca.