Las tarjetas 'black' que se usaron nacieron para no ser descubiertas, según el abogado de Bankia. "Todo respecto a ellas se hacía de forma irregular, opaca y subrepticia", señala Joaquín Burkhalter, miembro de la acusación particular en el caso. Una práctica destinada a pasar lo más desapercibida posible, y "de una forma que no tiene comparación en el sistema financiero español", precisa Burkhalter.
El abogado de BFA, Alberto Gómez, lo resume así: "Idearon un sistema destinado a la desviación sistemática de fondos". Las acusaciones han dado por probado que las tarjetas eran irregulares. "O son remuneración, que no puede ser porque sería ilícito, o son administración desleal y apropiación", considera Fernando Aizpún, abogado del FROB.
En esta línea, el letrado defiende la legimitidad de la famosa hoja éxcel, la prueba que todos los acusados han intentado desacreditar. "Está lleno de inexactitudes", ha señalado Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, refiriéndose a dicho documento. Para Díaz Ferrán, exjefe de la CEOE, se trata de "un papel mojado que no sirve para nada".
Así, se han dado en el juicio unas conclusiones en las que han coincidido en todo menos en un punto: la indemnización que se pueda llegar a establecer en sentencia. Bankia y el FROB han discrepado sobre quién debe beneficiarse de las hipotéticas indemnizaciones fijadas en sentencia.