Ahora mismo, 2.404 personas están ingresadas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) debido a la COVID-19, personas luchando por su vida. Cada día hablamos de números, de cifras, sin saber muy bien si eso nos hace entender y tener una imagen real de lo que está pasando, de lo que se está viviendo en los hospitales.
Por eso, laSexta ha entrado en una UCI, acompañando a dos responsables de una de las unidades del hospital madrileño de La Paz para ver a qué se están enfrentando en estas últimas horas.
En los pasillos y habitaciones que se ven en el vídeo llevan ocho meses recibiendo pacientes con coronavirus, siendo la famosa 'primera línea de batalla' contra la pandemia.
Y no todos ellos son mayores: vemos a un joven de 26 años con sus músculos debilitados tras un mes ingresado. Abelardo García, jefe de Servicio de Medicina Intensiva del Hospital de La Paz, afirma que están "acostumbrados" a situaciones de gravedad, pero reconoce que ha sido "una avalancha".
Sin tiempo para descansar
En La Paz hay casi medio centenar de pacientes críticos y han llegado a tener 150 infectados ingresados en la UCI, y ver cómo fallecían, en un día, casi 40. "Yo no sé cómo será una guerra, pero esto era lo más parecido a una guerra que he visto", asegura Pablo Millán, médico intensivista.
Nos cuentan lo "duro" que es a nivel emocional que las familias de los pacientes no puedan acudir a verles, que no estén cerca unos de otros, juntándose sensaciones de "miedo", "angustia" e "impotencia".
Abelardo García cuenta que se fueron de vacaciones "pensando que iba a estar controlado" y "de repente empezó otra vez el problema". "No hubo tiempo de descansar, nos hicimos la ilusión de que iba a estar medio controlado", asegura.
Pero no dejan que decaiga el ánimo porque sospechan que la situación se va a alargar. Por ellos, por sus pacientes, piensan dejarse la piel. Porque saben que esta última ayuda, puede ser clave para que sigan amarrados a la vida.
"Lo que hacemos es comprar tiempo, es tiempo lo que le damos y mantenerles con vida", agrega Millán. Porque saben que ellos son su última oportunidad.