Granados sólo reconoció una cosa durante su declaración: que tuvo cerca de un millón de euros escondidos en casa de sus suegros durante 9 años. Una afirmación que parece sorprender al juez Velasco.
El resto de las dos horas y media de declaración, el exnúmero dos de Esperanza Aguirre las dedicó a desmentir a Marjaliza. Especialmente las anotaciones de su agenda que son prueba fundamental de Púnica.
En concreto, las siglas 'Me' (yo, en inglés), que Marjaliza asegura que es el propio Granados. Él dice que no, que se trata de un proyecto de la Comunidad de Madrid llamado 'Municipios Estratégicos'.
También dice que los números junto a las siglas no son comisiones como dijo Marjaliza, sino asistentes a actos del PP. O que las siglas JEC no corresponden a ningún donante, sino a la Junta de Educación.
También desmintió que JLM fuese Javier López Madrid, uno de los grandes donantes del PP. Él señala a José Luis Moreno.
Además, elude toda responsabilidad en lo que hayan podido hacer sus altos cargos. Dice que nombrarlos era cosa de su jefa, Esperanza Aguirre, a la que elogia.
Una gran gestora inacapaz, al parecer, de detectar la corrupción que la rodeaba.