Si nos fijamos en las últimas abdicaciones europeas, la reina Beatriz de Holanda recuperó el título de princesa que ostentaba antes de ser coronada. Su Majestad puede que sea el nuevo Conde de Barcelona como antes lo fue su padre.
Si Beatriz de Holanda cambió de residencia, todo apunta a que don Juan Carlos continuará viviendo en el Palacio de la Zarzuela, aunque, eso sí, cederá su despacho a Felipe VI.
También es muy posible que los reyes sigan teniendo un papel representativo en la agenda de la Casa del Rey: actos culturales, eventos deportivos o inauguraciones. A nivel psicológico esto es muy positivo para el monarca.
Aunque sus majestades continúen en activo, se desconoce lo que cobrarán. Actualmente, no existe ninguna norma que regule el dinero de los presupuestos que corresponde a los reyes salientes.
Y a todos afecta la abdicación. Para empezar, Leonor se convertirá en la heredera de la corona. En la Fundación Príncipe de Asturias surge la duda de si entregará ella sus próximos premios como siempre ha hecho el heredero. Claro, que don Felipe tenía 13 años y ella sólo ocho.
Detrás de Leonor y Sofía, la infanta Elena pasará a ocupar el tercer puesto en la línea de sucesión. Menos relevancia social para las infantas Margarita y Pilar. Y en verano, la residencia de Marivent, en Mallorca, puede que acoja a los futuros reyes, pero muy improbable que se repita la habitual foto de familia.