Los 11 detenidos por su implicación en el ataque al acto de la Diada de Madrid han quedado en libertad con cargos tras declarar en el Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid. Se les ha imputado la supuesta comisión de delitos de lesiones, atentado y amenazas, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Además, el juez les ha impuesto una orden de alejamiento a menos de 100 metros del centro cultural de Blanquerna, donde se desarrollaron los hechos.

A causa del ataque hubo 12 detenidos, seis de los cuales fueron arrestados horas después de los hechos y otros seis se entregaron posteriormente, pero uno quedó en libertad por la Policía y no ha sido puesto a disposición judicial.

Unas 150 personas han acudido a los Juzgados de Plaza de Castilla para arropar a su salida a los detenidos aclamados al grito de '¡No nos engañan, Cataluña es España!'.

'Patria, Justicia y Revolución' y 'Arriba España' han sido otras de las consignas que han clamado, mientras portaban banderas de España y una pancarta en la que se podía leer 'Son patriotas. No terroristas', en apoyo a los detenidos, a los que se les imputa la comisión de los presuntos delitos de lesiones, atentado y amenazas.

Uno de los abogados de los detenidos, Pedro Pablo Peña, ha declarado a los medios de comunicación que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es un "traidor" y ha defendido que la entrada de sus clientes a la sede cultural del Gobierno catalán en Madrid fue un "acto patriótico".

Los radicales entraron el pasado miércoles con banderas españolas y símbolos de grupos ultraderechistas al centro cultural profiriendo gritos de "Cataluña es España" y, tras agredir a algunos de los asistentes al acto de la Diada, entre ellos a un diputado catalán, arrancaron la "senyera" que presidía el acto y lanzaron gases irritantes.

Tres de los 12 detenidos por su implicación en el ataque ocurrido en la sede de la Generalitat en Madrid tienen antecedentes policiales, uno de ellos por daños y lesiones y otro por daños y resistencia a la autoridad.

La Policía ha determinado que los radicales arrojaron un gas vesicante, que contenía "trazas" de "gas pimienta", lo que provocó irritación en los ojos y garganta de numerosas personas que asistían al acto.