Los 14 detenidos salieron del juzgado tras prestar declaración durante toda la mañana y después de que el juez los haya dejado en libertad con cargos. Se les acusa de un presunto delito de desorden público y atentado contra la autoridad, aunque ellos lo niegan afirmando que "no tienen ninguna prueba".
El juez continúa investigando los hechos del sábado, con imágenes en las que se puede ver a unas 200 personas campando a sus anchas por el centro de Madrid, quemando contenedores y reventando cajeros, escaparates y hasta un coche patrulla. Todo, tras las marchas por la dignidad. Aunque la policía confirma que los radicales que provocaron los disturbios no eran manifestantes.
Los familiares de los detenidos critican la fuerza desproporcionada de la Policía durante las detenciones. "No puede ser, que a chicos de 18 años se les trate como hemos visto en televisión. No puede ser", declara uno de los testigos.
Tres de los detenidos tienen antecedentes por hurto, tráfico de drogas y lesiones. De hecho uno de ellos es un viejo conocido de la Policía ya que fue detenido durante los altercados tras la marcha por la dignidad del año pasado.
La policía cree que se trata de individuos con cierta peligrosidad y que estaban perfectamente organizados. Durante la madrugada del sábado, lanzaron sillas, mesas, botellas a los agentes e insultaron a los vecinos que les pedían que pararan.
Además de las 14 personas puestas en libertad, la Policía detuvo el sábado a tres menores de edad que ya han pasado a disposición de la Fiscalía de menores.