Los trabajadores, que han empleado equipos de topografía electrónica, han contabilizado 35 impactos de los 37 catalogados en 1981 tras las sucesivas obras. Sobre estos disparos desaparecidos, el informe recuerda las sucesivas obras realizadas en el salón de plenos en los últimos años.
Los técnicos que han inspeccionado el hemiciclo del Congreso durante el último mes han localizado ocho nuevos impactos de bala producidos durante el intento de golpe de Estado de 23 de febrero de 1981, aunque también han comprobado que han desaparecido diez marcas de las catalogadas ese año.
El pasado mes de septiembre la Mesa del Congreso encargó un informe técnico sobre los disparos del 23F después de que desaparecieran cinco de ellos en la tribuna de prensa durante las obras del pasado verano y cuya existencia previa, asegura el documento, es "incuestionable".
A día de hoy, los técnicos, que han empleado equipos de topografía electrónica, contabilizan 35 impactos, de los 37 catalogados en un informe elaborado en diciembre de 1981 por el arquitecto conservador de la Cámara baja.
Las marcas no conocidas hasta ahora están situadas en los plafones del techo , en la zona de la bóveda y sobre la cornisa de focos.
Sobre los disparos desaparecidos desde 1981, el informe recuerda las sucesivas obras que se han llevado a cabo en el salón de plenos y que podrían haber afectado a las señales.
La más importante se desarrolló en 1988, cuando se cambió la fachada de los escaños, se modificó el solado, se construyeron dos pequeños forjados en voladizo en los laterales y se pintó el hemiciclo.
De hecho, en otro informe fechado en 1999, ya se contabilizaban 33 disparos, cuatro menos que los reseñados en el documento primitivo de 1981.
Uno de ellos es el de la vidriera, que fue restaurada de inmediato por razones de seguridad, y otros dos posiblemente los reparados en la tribuna diplomática.
En 2008 se sustituyeron además las rejillas de ventilación del hemiciclo, salvo la que tenía un impacto de bala, que ha sido preservada y que ahora será expuesta al público en uno de los pasillos del Palacio, junto al vestíbulo de Isabel II.
Sobre la desaparición de los cinco disparos de la tribuna de prensa el pasado verano, la arquitecta conservadora detalla que la disposición del techo impedía colocar la rejilla de ventilación de otro modo.
Advierte además que la dificultad para acceder a la documentación del 23F, "por su carácter reservado", contribuyó a la eliminación de esas señales de la que no fueron "conscientes" ninguna de las personas que intervino en la obra.