Con la sospecha de una previsible detención de los líderes de Ausbanc y Manos Limpias, la abogada Virginia López Negrete pedía explicaciones al secretario general de su organización: "¿Qué está pasando?". "Sabíamos que las cloacas del Estado…", responde Bernad. "Si no… pero escucha Miguel, si no me extraño de eso. De lo que me extraño es de Luis de Ausbanc. ¿Este tío no te la habrá jugado por detrás?", cuestiona Negrete.
"No, no, que no hombre no. Ése es un tema... Hay una investigación contra Ausbanc, ¿eh? Pero no de ahora sino de tiempo. (...) Han querido enlazar a Ausbanc con nosotros. (...) Entonces por mucho que quieran hacer que si Ausbanc y Manos Limpias vamos juntos... de eso nada. Cada uno tiene su propia organización", sentencia Bernad.
Esa misma mañana, a la entrada de los juzgados de Palma, donde López Negrete ejercía de acusación popular en el caso Nóos negaba tener vinculación con Ausbanc: "No tengo nada que ver con Ausbanc, ni lo he tenido que ver en mi vida. Por lo tanto, desconozco las investigaciones que está realizando la UDEF y la Audiencia Nacional respecto a Ausbanc. No lo sé".
Diez días antes de la detención del presidente de Ausbanc, Ángel Garay, director adjunto de la organización ya hablaba con su esposa de la situación de Pineda: "(Luis) es consciente de que le van a pillar. (...) porque hace un montón de marranadas (...) y tiene un pequeño marroncito fiscal".
El presidente de Ausbanc se jactaba hace año y medio de no haber amenazado a banqueros. En una entrevista para 'Equipo de Investigación' Pineda aseguraba que "nunca" había extorsionado a la banca: "Ojalá pudiese extorsionarla". Pero a día de hoy se encuentra en prisión junto a Miguel Bernad, precisamente, por un posible delito de extorsión a bancos y empresarios.