15 de mayo de 2011, tras numerosas manifestaciones y un descontento popular creciente mucha gente se echa a la calle con gritos, pancartas y un sentimiento por bandera, la indignación. Algunos de los manifestantes deciden acampar en la Puerta del Sol a seis días de las elecciones municipales con la intención de no abandonar lo que consideraban su plaza. Acababa de nacer la 'SpanishRevolution'.
El objetivo, decían, era recobrar la voz perdida. Una voz conjunta y fruto de las asambleas que se desarrollaban en el kilómetro cero. Con ellas, fomentaban el debate y decidían el rumbo de la convocatoria. "Todos somos un gran nosotros", destacaban.
Se definían como un movimiento apartidista. El 20 de mayo elaboraban sus primeras propuestas, volviendo a la idea del ágora griego. Los aplausos sordos, las máscaras de V de Vendetta o la solfónica fueron sólo tres de los iconos del 15M. Tres símbolos que se repitieron con otras acampadas por las plazas de todo el territorio nacional.
La Junta Electoral prohibió la concentración por entender que podían influir en el voto mientras ellos, en cambio, decían que estaban reflexionando. Hemos visto cómo les desalojaban, pero también, cómo volvían una y otra vez a instalarse. Tras 28 días viviendo en Sol, la asamblea decide poner fin a la acampada. El lema era claro, no se iban, se expandían por distintas asambleas en los barrios de toda España.