Algunos logran entrar en los colegios solo segundos antes de que los Mossos d'Esquadra les bloqueen el paso. Los que se quedan fuera animan a los compañeros que han logrado su propósito. Que lo tienen muy claro: "Estamos defendiendo el sitio donde queremos votar el domingo".

Íñigo Méndez de Vigo

Solo unas decenas han conseguido entrar: "Los Mossos no estaban tensos, estaban vigilando. Tampoco lo han impedido formalmente, pero nos hemos quedado aquí y la directora ha decidido cerrar el colegio" ha explicado Anna Coll, una profesora.

La clausura se ha realizado sin ninguna violencia pero fuera todos se mantienen a la expectativa. Con sentadas y consignas desde el patio de recreo protestan en esos centros que vecinos y padres, junto con sus hijos, han ocupado para que no se los cierren.

directora

Para lograrlo han organizado actividades lúdicas que quieren prolongar hasta el domingo. Pere ha llegado a este centro de Sant Cugat con sus dos hijos y piensa que no están haciendo nada malo: "Si quiere venir la policía que participe".

Oriol Junqueras, Jordi Turull , y Raül Romeva durante la rueda de prensa

Junto a Pere, otros muchos padres han llegado con sacos de dormir, comida y refrescos. Para ellos esto es un acto legítimo y de libertad: "Cerrar estos centros era más propio del franquismo que de la democracia" ha defendido Ramón Fonti, portavoz de USTEC.

El exfiscal Pedro Horrach y el juez Eloy Velasco

Sin embargo, para el president del PP en el Parlament de Cataluña es una jugada más para saltarse la legalidad: "Ningún argumento político o ideológico justifica la utilización de menores en las escuelas como escudos humanos". Algunos directores insisten en que solo es un acto lúdico y pacífico. Un pulso entre ambos bandos del conflicto catalán que amenaza con tensarse cada minuto que pasa.