Aunque en el PSC elige líder es otra la votación que más les sigue preocupando, la de qué hacer con la investidura de Rajoy: "Espero que el PSOE se mantenga en el no, si quiere cambiar de posición que convoque una consulta y los socialistas catalanes opinamos que hay que votar no y votaremos no a la investidura de Mariano Rajoy" ha dicho Iceta.

Miquel Iceta ejerciendo su derecho al voto

En esto no hay confrontación con su contrincante en las urnas, que apunta que están dispuestos a pagar su desobediencia: "Si el PSOE nos aplica la disciplina de voto por votar diferente, votaremos con coherencia y pagaremos la multa" ha dicho Núria Parlon.

La candidata Nuria Parlón vota hoy en Santa Coloma de Gramenet, en las elecciones primarias del PSC para erigirse en el primer secretario del partido

No es la única federación que se resiste a abstenerse. En Castilla y León dicen que les equipararía con el PP: "Eso fortalece ese mantra que habíamos logrado hacer desaparecer, por eso voy a seguir en el no" ha asegurado Luis Tudanca, secretario general del PSOE en Castilla y León.

Otros en el partido alertan de que no hay que tenerle miedo a la abstención: "Esas terceras elecciones lo único que nos darían es más PP, más Rajoy, más escaños de la derecha y creo que no lo debe consentir el PSOE" ha dicho la eurodiputada Elena Valenciano.

Desde la gestora, son contundentes: "Pensar que abstenerse es apoyar es tener una idea muy frentista de la política" dijo Javier Fernández en laSexta Noche. Y recalcan que habrá que cumplir la disciplina de voto: "Todos los diputados y el conjunto del partido porque esa es la esencia de la democracia" asegura Mario Jimenez, portavoz de la gestora del PSOE.

Pero los más afines al exsecretario general lo consideran obsoleto: "Mantendré mi no a Rajoy. El concepto 'disciplina de voto' es rancio" ha dicho Margarita Robles. Y hay quien incluso cuestiona la gestora: "La gestora no puede tomar decisiones tan trascendentales para el futuro" dijo la Izquierda Socialista en un comunicado. O se enfrentan al presidente de la gestora, como el alcalde de Valladolid porque, dice a Javier Fernández, no les ha elegido la militancia.