Según han explicado fuentes de la investigación, en su declaración prestada en comisaría la detenida manifestó que quiso vengarse por el trato que Carrasco había dado a su hija, que fue despedida de la institución provincial.
Aunque en un principio la madre y su hija, Montserrat Triana Martínez González, de 35 años, se negaron a declarar ante la Policía, finalmente anoche la primera se derrumbó y confesó que había sido la autora del crimen, perpetrado con un revólver de la marca Taurus. Según su testimonio, decidió hacerlo por venganza, ya que su hija había sido despedida de la Diputación Provincial en 2011.
Además, fuentes de la investigación han precisado que María Montserrat González Fernández planeó el crimen varias veces, pero no pudo perpetrarlo hasta el pasado lunes, según ha reconocido ante los agentes que le toman declaración en la comisaría de León.
Fue el pasado lunes, 12 de mayo, poco después de las 17.00 horas, cuando Isabel Carrasco murió tras recibir varios tiros cuando caminaba por una pasarela sobre el río Bernesga, cerca de su casa, en dirección a la sede el PP, para dirigirse a un mitin que se iba a celebrar en Valladolid con la presencia del presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy.
Poco después fueron detenidas por su supuesta implicación en el crimen María Montserrat González Fernández y su hija Montserrat Triana Martínez González, esposa e hija respectivamente del inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía de Astorga (León), Pablo Antonio Martínez, quien ha sido relevado de su cargo en esta localidad a petición propia. Después de los dos arrestos, las investigaciones se dirigieron a la localización del arma del crimen, mediante el rastreo del río Bernesga y otras zonas, por parte del Grupo de Operaciones Especiales (GEO) de las Fuerzas de Seguridad, y tras descartar que la pistola usada hubiera sido la del inspector de Policía esposo y padre de las detenidas.
Finalmente se supo del paradero del arma homicida, cuando una policía local lo entregó en la Comisaría en León y explicó que le había dado el revólver una de las arrestadas dentro de un bolso, según han precisado fuentes de la investigación. La agente local, Raquel G.R., de 41 años, se presentó con un abogado y los policías la arrestaron para aclarar qué grado de implicación puede tener esta mujer en el crimen de Carrasco, tras lo que fue puesta en libertad, a la espera de su declaración en el Juzgado en calidad de imputada.
El revólver tiene seis cartuchos en el tambor, tres de ellos percutidos, según figura en el parte policial sobre el arresto de la policía local y que incluye que la mujer se personó voluntariamente porque, según dijo, acababa de comprobar que en su vehículo marca Golf tenía un bolso bandolera con un revólver en su interior.
Se trata de un arma que, tal y como relató, dejó intencionadamente una de las dos mujeres arrestadas tras el crimen, Montserrat Triana Martínez González, hija de María Montserrat González Fernández. La agente añadió que ella no se había dado cuenta hasta ayer de que el arma estaba en su coche.
Las averiguaciones también se centran en la prueba de parafina practicada para analizar los restos de pólvora en las manos de quien ha disparado un arma, una prueba cuyos primeros resultados apuntan a que fue la mujer de 55 años arrestada la que efectuó los disparos. Los registros practicados por los investigadores han desembocado en el hallazgo de una segunda pistola y un kilo y medio de marihuana en la casa de la mujer de 35 años detenida.
El caso, que está bajo secreto de sumario por decisión judicial, "está bastante esclarecido" tras las indagaciones policiales, según ha asegurado hoy el ministro del Interior, Jorge Fernández Díez, en declaraciones a los periodistas en el Congreso. Ahora se está a la espera de declaren en el Juzgado las dos arrestadas y la agente policía que acudió a Comisaría con el arma homicida.
HA DICHO QUE LO HABÍA INTENTADO MÁS VECES ANTES