Sectores del Partido Popular muestran su malestar con la manera en que ha dimitido la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, tras ser arrestada por verse implicada en un accidente con un camión cuando triplicaba la tasa permitida de alcohol en sangre.
Tras los hechos, la política se disculpó en una rueda de prensa, pero cuando se le preguntó si iba a dimitir, esquivó la pregunta una y otra vez, trasladando la decisión al presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera. Minutos después, se reunía con él y se veía obligada a renunciar a su cargo por la imprudencia cometida.
Sin embargo, esta dimisión ha causado malestar en el PP a pesar de haber pedido disculpas a sus compañeros por lo sucedido. Valdeón va a seguir siendo diputada regional y continuará en la directiva nacional del partido. En PP, molesta que, aunque Valdeón haya dimitido, se aferre a su sillón parlamentario para ser aforada.
En la media hora que duró su intervención ante la prensa, Valdeón tuvo tiempo para dar explicaciones, explicar su situación familiar, justificar por qué no se detuvo cuando tuvo el accidente y para caer en contradicciones. "Llevaba todo el día sin comer y dormir", explicó minutos antes de añadir que "había comido una pulguita y una cerveza" y que estaba "sin sensación de cansancio".
Así las cosas, la política, la primera en su formación en criticar el enchufe de José Manuel Soria en el Banco Mundial, dijo que sería coherente y asumiría responsabilidades pero, por el momento, sigue aferrada a su aforamiento tras cometer una imprudencia al volante.