El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) lleva cinco años y medio caducado. El 4 de diciembre de 2018 era la fecha límite en la que tendría que haberse renovado, algo que no sucedió. Desde ese momento, su mandato se ha ido prolongado artificialmente.

De seguir así, en el mes de diciembre se cumplirán seis años del mandato caducado del actual CGPJ, algo a lo que Pedro Sánchez quiere ponerle solución de manera inmediata.

El presidente del Gobierno ha dado un ultimátum al Partido Popular para que se avenga a renovar el CGPJ antes de que acabe el mes de junio y ha advertido de que de lo contrario retirará la facultad del órgano de gobierno de los jueces para hacer los nombramientos de los miembros del Tribunal Supremo y de Tribunales Superiores de Justicia.

Sánchez considera que esta capacidad para seguir realizando nombramientos es un "incentivo perverso" que hace que el PP no quiera pactar la renovación de los vocales con el Gobierno, que lleva más de cinco años con el mandato caducado, porque así puede seguir controlándolos, según ha afirmado.

"El día de la marmota ha durado demasiado, más de 2.000 días y eso se acabó", ha indicado Pedro Sánchez en una entrevista en TVE.

Avisa por tanto que se puede revisar esa facultad de nombrar magistrados en el Supremo y en los Tribunales Superiores de Justicia de las comunidades autónomas y hacerla "más objetiva, más transparente y no politizada", como a su juicio ocurre ahora por parte del PP, al que acusa de tener "secuestrado" al CGPJ.

Respecto al sistema de elección de los vocales, que el PP quiere reformar y establece como condición para llevar a cabo la renovación actual, Sánchez insiste en defender el sistema actual . "Creo que hemos encontrado un buen equilibrio", ha asegurado. Además, ha acusado al PP de apostar por una vía, la de que los jueces elijan a los jueces, en la que esa elección no sea refrendada por el Congreso.

En caso de rebajarse esas mayorías reforzadas para elegir a los representantes, PSOE, Sumar y sus socios de investidura podrían nombrar a todos los vocales que componen el CGPJ, que a su vez eligen al presidente.

De esta forma, si se cambia ese sistema actual de mayoría de 3/5 que se tiene que sacar en el Congreso y en el Senado, ya no sería necesario un acuerdo entre PSOE y PP. El Gobierno y sus socios podrían nombrar, con su mayoría parlamentaria, a todos los vocales.

Europa ante el bloqueo: renovar y después reformar

Con solo dieciséis de sus veinte vocales, con sus competencias recortadas y con un presidente interino, tras dimitir Carlos Lesmes y jubilarse su sucesor, el actual Consejo General el Poder Judicial (CGPJ) ha superado con creces los cinco años en funciones, duplicando su mandato constitucional ante la negativa del PP a llegar a un pacto con el PSOE para su renovación.

Más de diez años después, el bloque conservador sigue siendo mayoritario en el órgano de gobierno de los jueces, fiel reflejo de aquel Parlamento de 2013.

En 2020, en su primer informe sobre el Estado de derecho en los veintisiete países miembros de la UE, la Comisión Europea situó la renovación del CGPJ como uno de los "desafíos" más importantes de España.

Pero nada más presentarse el proyecto para rebajar las mayorías necesarias para elegir a sus miembros, esa misma institución advirtió de que seguía "de cerca" el proceso y recordó la importancia de que ese órgano no se perciba como "vulnerable a la politización".

El presidente del Grupo de Estados contra la Corrupción del Consejo de Europa (Greco) también se dirigió a España para advertirle de que la reforma podía "violar los estándares anticorrupción" fijados por ese organismo.

El mensaje de Bruselas es claro: el CGPJ debe renovarse de manera urgente y después hay que reformar el sistema de elección de vocales para que la mayoría de los vocales sean jueces elegidos por los propios jueces, un modelo por el que el Consejo de Europa aboga desde hace ya una década.