La abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, quiso garantizar su continuidad como acusación del caso Nóos cuando empezaron los rumores de que el líder de Manos Limpias iba a ser detenido. Un día antes de la operación policial, la abogada Negrete pidió a Miguel Bernad que nombrara un vicepresidente que actuase en su nombre cuando fuese detenido.