"Mientras yo era presidente de la Junta de Andalucía, en el consejo de Gobierno no se han tomado decisiones políticas ilegales", todas han sido "escrupulosamente respetuosas con las leyes y con todos los trámites exigidos por las leyes", ha subrayado Chaves en una entrevista en la Cadena Ser, en la que ha precisado que no está "intranquilo ni preocupado".
Chaves ha precisado que no tiene "confianza en cómo se estaba instruyendo la causa", ha reconocido que quizá en el procedimiento pudo haber más control, pero ha insistido en que fue "legal", por lo que ha rechazado posibles responsabilidades políticas y ha expresado su confianza en que el Supremo así lo confirme.
En su opinión es un caso que "ha tenido connotaciones políticas, ha sido una especie de proceso político judicial, en el que se ha tratado de destrozar a un partido que levantó Andalucía", ha dicho.
"En ningún caso aparece ningún atisbo ni de enriquecimiento ilícito ni de financiación ilegal del PSOE", ha subrayado Chaves, quien ha afirmado que no ha recibido "ningún dinero ni en blanco ni en negro, ningún sobresueldo".
"Me duele el daño a la Junta de Andalucía -ha afirmado- me produce preocupación y me avergüenzo de todo lo ocurrido porque durante unos años yo era presidente y será una losa que tendré que soportar durante muchos años, que algún colaborador mío haya defraudado dinero público".
Las declaraciones de Chaves, que ha dicho sentirse respaldado por su partido "a nivel andaluz y nacional", se producen después de que la jueza Mercedes Alaya remitiera parte de la investigación de los ERE fraudulentos al Supremo en los que, en 376 folios, detalla la posible implicación de nueve aforados: los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, así como siete exconsejeros, que, a su juicio, presuntamente conocieron las advertencias que llegaron al Consejo de Gobierno sobre las irregularidades en los pagos.