Una de las medidas que adoptará el Ayuntamiento de Manuela Carmena es que los vecinos decidan cómo y en qué se gasta el dinero que sale de su bolsillo.

Los madrileños podrán decidir en qué se emplea hasta un 15% del presupuesto municipal, unos 100 millones de euros, y además podrán hacer propuestas para tomar medidas a nivel municipal.

Por ejemplo, un vecino podría proponer al Ayuntamiento limitar la velocidad en una zona concreta. La propuesta deberá pasar el filtro contando con entre un 1 y un 2% de avales del censo municipal, o sea, unas 30.000 firmas.

Un grupo de expertos decide qué pregunta se formula a los ciudadanos y, por último, ellos votan, en un principio a través de Internet.

Una propuesta con defensores y con alguna detractora, como Aguirre: "Nosotros creemos en la democracia representativa". A la presidenta del PP madrileño le convencen más los métodos tradicionales: "El Gobierno le corresponde al alcalde y a los concejales".

Este sistema se emplea en ciudades como París o Nueva York, donde lleva años funcionando con éxito.