El nuevo alcalde de A Coruña y líder de la Marea Atlántica, Xulio Ferreiro, ha asegurado durante su discurso de investidura que la ciudad se coloca "a la cabeza de la primavera democrática que atraviesa Europa" en un "tiempo nuevo" en el que habrá "un gobierno de la gente para la gente".
Xulio Ferreiro ha sido proclamado regidor de la capital herculina con el apoyo del PSOE y BNG, tras lo que parte de los asistentes al pleno de investidura han coreado la consigna de esta plataforma ciudadana "Hay marea".
El PP ganó las elecciones municipales del pasado 24 de mayo pero perdió la mayoría absoluta y empató a diez concejales con la Marea Atlántica, que ha contado con los seis votos de socialistas y el único de los nacionalistas para acceder al gobierno de la ciudad, que no obstante dirigirá en solitario.
Ferreiro ha optado por encabezar cada parte de su discurso con una frase que marcó una etapa en la ciudad: "Es un día alegre e histórico para A Coruña", ha repetido en numerosas ocasiones.
"Es un día alegre e histórico para A Coruña. Esta ciudad recuperó la ilusión y la dignidad. Los coruñeses y las coruñesas tenemos otra vez una sonrisa en la cara. La plaza de María Pita está ahora mismo llena de gente que ve delante de sí una oportunidad histórica", ha apuntado.
En este sentido, ha subrayado que "empieza un nuevo tiempo para la ciudad" porque "A Coruña deja de ser un coto privado y su Ayuntamiento pasa a convertirse en una herramienta al servicio del bienestar de más de 250.000 personas".
Los veintisiete concejales investidos forman una corporación que "se parece como ninguna otra a la ciudad" y anticipan una etapa en la que "cualquier vecino de A Coruña podrá hacerse escuchar en su salón de plenos".
"Serán cuatro años de convivencia, de diálogo, de debate honesto, de pluralidad y de respeto por la diferencia. Cuatro años de 'sentidiño' y unidad alrededor de las cuestiones que importan, las que afectan a la mayoría de la gente de A Coruña", ha añadido.
El nuevo responsable del bastón de mando de la ciudad pretende "rehabilitar la dignidad de este Ayuntamiento respondiendo a las necesidades de la gente" y "garantizando para todos los coruñeses las condiciones básicas de una vida digna".
Lo hará con "un gobierno de la gente para la gente", al que define como "un gobierno transparente, con las paredes de cristal", que sea "participado, como una caja de herramientas siempre abierta" y en el que sus miembros tendrán un "compromiso ético irrenunciable".
"Estamos ante una oportunidad, quién sabe si la última, de creer de nuevo en la política. De que la política sea otra vez ese arte de cuidar de lo común y de proteger los intereses de las mayorías y de los desfavorecidos", ha relatado.