Hay corrupción en todos los lados, no sólo en la política. Es uno de los mensajes que ha lanzado Mariano Rajoy. Pero insiste: "España no está corrupta". Nada de generalizar, porque "se empieza generalizando la corrupción y se acaba atacando al sistema".

Pero para la oposición, ni fantasmas ni pasado. La lista de corruptos da para mucho y hoy se lo han recordado. La respuesta de Rajoy, quejarse de la lentitud de los procesos judiciales y de que la corrupción ocupa demasiado espacio en los medios.

Y eso, dice, sólo beneficia a unos pocos, en lo que ha parecido una clara referencia a Podemos. Y aunque se defiende, en su discurso se ha colado un "perdón", que no basta para la oposición. Le piden que ponga fin, dicen, a este desastre llamado corrupción.