Rajoy, quien se ha reunido en Ciudad del Vaticano durante veinticuatro minutos con Jorge Mario Bergoglio, ha mantenido otra entrevista de casi una hora con el secretario de Estado de la Santa Sede, Tarsicio Bertone.

En los primeros momentos de la audiencia el presidente del Gobierno español contó al papa que estuvo en el Encuentro Mundial de las Familias, que se celebró en Valencia en 2006 y que acudió con uno de sus hijos, que entonces tenía un año y ahora tiene ya siete. Después se cerró la puerta de la Biblioteca y ya no se escuchó más.

Fuentes del Gobierno español se han limitado a señalar en relación con la audiencia concedida por el Papa que ha sido "muy cordial y muy afable" y que han analizado la relación bilateral, mientras que han informado de que ha trasladado a Bertone la preocupación que tiene ante las consecuencias sociales de la crisis.

Concluida la audiencia, entró en la sala la esposa de Rajoy, Elvira Fernández, y el séquito del jefe del Gobierno español, compuesto por nueve personas, entre ellas el jefe de gabinete, Jorge Moragas, y el embajador de España ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga.

Tras las presentaciones, Rajoy regaló al papa un facsímil del libro "De aetatibus mundi imagines", del 1500, obra de Francisco de Holanda, hecha para el rey Felipe II. También le regaló la camiseta de la selección nacional de fútbol española, "la Roja", firmada por todos los jugadores.

Francisco agradeció los dos regalos y cuando tomó la camiseta, que la abrió para ver las firmas, recordó que el pasado miércoles, durante la audiencia pública, también recibió la camiseta del club Atlético san Lorenzo de Almagro, de Buenos Aires, equipo del que es socio.

Rajoy explicó el libro y le contó que el original se encuentra en la Biblioteca Nacional Española, de Madrid. El papa obsequió a Rajoy con una pluma realiza por los Museos Vaticanos.

Cuando se despidió del papa, Rajoy le dijo: "ha supuesto una gran alegría (la audiencia), estábamos necesitados de ella". Mariano Rajoy se entrevistó después con el secretario de Estado Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, al que también regaló una camiseta de la selección nacional de fútbol, sabiendo que el "primer ministro" del Vaticano es un apasionado del "calcio" (el fútbol italiano).