Pablo Antonio Martínez ha visitado la prisión donde están su mujer y su hija. Esta es su primera visita desde que Montserrat y Triana entraron en la cárcel en la madrugada del miércoles al jueves. Según los testigos, el excomisario jefe de Astorga no fue solo. Vio a su mujer junto a otras acompañantes y por su gesto se podía intuir la complicada situación por la que está pasando.
Madre e hija afrontan su vida en prisión de formas muy diferentes y siguen estando en módulos distintos. La madre, Montserrat García apenas habla con el resto de reclusas. Se muestra fría, calculadora y sin un ápice de arrepentimiento.
Por eso ella, Triana, se encuentra en el módulo terapéutico, según fuentes penitenciarias su estado de ánimo es mucho peor. Derrumbada, no para de llorar y todavía no asume la situación. A ambas se les sigue aplicando el protocolo antisuicidios.