La estancia de Francisco Granados en la cárcel de Estremera cada vez es más incómoda. Según el periódico 'El País', el presunto cabecilla de la Púnica David Marjaliza está confesando frente al juez los entresijos de la trama relacionados con el exconsejero de Esperanza Aguirre.

Jorge De la Hidalga, experto en Prisiones, asegura que "Marjaliza esté cantando puede ser un motivo importante de que Granados se esté desmoronando al ver que realmente la imputación se está sustentando".

Marjaliza destapa comisiones pagadas por la firma Cofely a numerosos alcaldes. Según el volumen del contrato, cada edil podría haber cobrado entre 20.000 y 50.000 euros. Las confesiones al juez confirmarían los supuestos once millones de euros detectados a ambos en el extrajero y que procederían de comisiones obtenidas por recalificaciones de terrenos.

Según 'El País', el juez ha podido escuchar de boca de Marjaliza nombres de políticos que han cobrado sobornos, además de la dinámica corrupta de la red, cómo ocultaban el dinero y sobre todo, cómo se lo repartían. Con su declaración autoinculpatoria, Marjaliza deja a Granados totalmente al descubierto frente al futuro juicio. Para Enrique Carbonell, psicólogo jurídico, la situación actual de Granados "tiene mucho más que ver con sus expectativas de salida y de resolver sus problemas".

Granados atraviesa su peor época en la cárcel. Fuentes penitenciarias aseguran a laSexta que en las últimas semanas le ha cambiado la cara y que, literalmente, está en la mitad de su peso. "Entró con fuerza, vital, con ánimos y ahora se está desmoronando al cano de los nueve meses", asegura De la Hidalga.

La investigación del caso Púnica acumula ya 100 imputados, aunque el número crecerá previsiblemente después del verano, cuando el juez Velasco concluya las investigaciones sobre otra decena de alcaldes.