En una entrevista con La Vanguardia, Pascal ha subrayado que Cataluña "no se puede permitir 155 días de 155", por lo que "la prioridad absoluta es tener Govern". "El país necesita un Govern estable dentro de la legalidad vigente para poder defender un programa de gobierno y hacer política", ha recalcado Pascal, que ve "fundamental" encontrar "una manera que se ajuste a la ley para desatascar la investidura". Pascal ha señalado que el líder de JxCat, Carles Puigdemont, "se pudo presentar a las elecciones y, por lo tanto, tiene que poder ser investido. Eso se tendría que poder hacer bien hecho, pero también es urgente tener un Govern".
"El liderazgo de Puigdemont no puede estar en cuestión, pero la solución tiene que pasar necesariamente por lo que dice el reglamento en cada momento. No nos podemos permitir poner en peligro a personas por las decisiones que se tomen", ha advertido. Preguntada por si se puede presidir el Govern desde Bruselas, ha apuntado que es necesario "un gobierno que desde el Palau de la Generalitat ejerza el trabajo diario de recuperación de las instituciones y haga frente al PP y Ciudadanos".
Sobre el papel que puede otorgarse a partir de ahora al jefe de filas de JxCat, ha indicado que "tener un Govern que saque políticas adelante no tiene que excluir que Puigdemont pueda hacer una tarea clara al servicio del país y que siga siendo el referente y el líder clave en un momento de la historia de Cataluña en el que hemos llegado tan lejos". Ha evitado mojarse sobre si es momento de plantear un candidato alternativo a ser investido president, porque "ese escenario sólo lo puede plantear Carles Puigdemont". Pese a que ayer la exdiputada de la CUP Mireia Boya dijo ante el Tribunal Supremo que la declaración de independencia proclamada por el Parlament el pasado 27 de octubre no fue cosmética sino que buscaba una efectividad real, Pascal ha remarcado lo contrario.
"Fue una declaración de intenciones sobre cómo algunos creemos que tiene que ser el futuro político, pero quedó claro que al día siguiente no había un Estado independiente. Fue un acto simbólico sin consecuencias jurídico-legales", ha subrayado. Para Pascal, "no estamos en la fase de la unilateralidad ni de romper con ninguna legalidad", sino que es en el Estatut y en la Constitución donde, a su juicio, "están los márgenes para encontrar una solución al conflicto político que vive Cataluña".