Para el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, donde dijo digo: “Este Gobierno, desde que estamos ejerciendo nuestras responsabilidades, no ha concedido un solo indulto por un delito de corrupción” dice diego: “La pregunta que me hicieron de que si los políticos que se llevaban dinero a sus bolsillos habían sido o iban a ser indultados la respuesta es que no”.

El Ministro justifica así las críticas al negar que su Gobierno había indultado a corruptos. Los jueces no lo entienden. “También es corrupción el cargo público que prevarica, el que malversa fondos públicos o el que realiza tráfico de influencias” afirma Joaquim Bosch, de Jueces para la Democracia. “De ese tipo de delitos se han concedido ocho en estos dos últimos años” aclara Eva Belmonte, de elindultrometro.es.

Incluso con la acepción del ministro encontramos casos significativos como el de Josep María Servitje por el caso Trebai: “Ese dinero público que cogió este alto cargo lo cogió de ahí para dárselo a un militante del partido y es un delito claro de corrupción” afirma Belmonte. Fue condenado a cuatro años y medio de cárcel, que se quedaron en una multa de 3.650 euros.

En los últimos 18 años se han concedido más de 10.300 indultos. Solo con el indultazo del año jubilar, a petición del Papa, el Gobierno de Aznar se apiadó de más de 1.700 personas. Pero los sociólogos distinguen entre los indultos buenos, los aceptados por la mayor parte de la sociedad, y los malos. Hay casos que la sociedad perdona, pero la polémica de esta semana demuestra que rechaza los indultos a políticos corruptos.