Patricia, María y Sara están embarazadas y tendrán a su primer hijo a final de año. Las tres rondan los 33 años. Sus casos, que hace unos años podrían ser raros (la mujer pierde fertilidad conforme pasa de los 30 años), son hoy lo más normal del mundo. Así lo atestiguan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que muestran que la edad media para ser madre se ha retrasado hasta los 32,2 años.
El dato, así sin más, puede decir poco, pero si se pone en contexto muestra una tendencia preocupante: en 20 años, la edad media de maternidad se ha retrasado 1,6 años, tal y como muestra el siguiente gráfico: en 1980 la edad media de las mujeres que eran madres se situaba en los 28 años, y desde entonces prácticamente no ha dejado de aumentar.
29 años tenía María José cuando fue madre de su primera (y única) hija. Su caso es excepcional, y ella misma lo sabe: "Yo tenía trabajo, estaba casada y con una economía estable, pero no todo el mundo puede decir lo mismo", cuenta a laSexta.com. Asegura que todos esos factores los tuvo en cuenta a la hora de quedarse embarazada: "La gente hoy en día no tiene casa propia, ni trabajos estables… por eso muchos no tienen niños", opina.
"Creo que el contexto económico global interviene mucho: la crisis económica retrasó mucho mi estabilidad laboral y la edad a la que tuve un sueldo digno y pude emanciparme", cuenta Sara. Ella está de acuerdo en que la precariedad "es uno de los factores clave" a la hora de elegir ser madre (o no).
Patricia, por su parte, comenta que tanto ella como su pareja, con trabajo fijo desde hace años, retrasaron la maternidad por un motivo más personal: "Lo hemos planificado cuando nos apetecía ser padres", explica.
¿Qué hay de la conciliación?
María José, que ahora tiene 31 años, critica también las medidas de conciliación, que "no existen, no son reales": "Si te reduces la jornada implica que cobras menos, ¿qué ayuda es esa?", se pregunta. Ella, que es maestra de Educación Primaria, reconoce que querría tener otra criatura, pero más por su hija, para que tenga un hermano o hermana, que por ella misma: "Es muy complicado organizarse, tener tiempo para los niños, para ti, para tu trabajo… hay gente que, por sus trabajos, llega a casa y desconecta, pero yo no puedo".
Tanto Sara como María José apelan a lo mismo: las guarderías. María José opina que tener una guardería en su lugar de trabajo le facilitaría mucho la vida y, además, tendría a su hija a su lado. Y pone un ejemplo sangrante: “El pasado viernes nadie podía quedarse con mi niña y me la tuve que llevar al colegio".
Sara se une a la crítica: "Si la educación infantil de 0 a 3 años hubiese sido gratuita antes y hubiese plazas suficientes, cosa que no existe hoy, me hubiese dado menos miedo dar el paso antes", cuenta. Ella vive en Madrid capital, donde, asegura, "las plazas son claramente insuficientes".El número medio de hijos por mujer está 1,25, su valor más bajo desde 2002
Patricia añade, además, falta de entendimiento por parte de las empresas: "Algunas piensan que estás enferma y que no puedes hacer tu trabajo", critica. Para ella, lo mejor sería poder tomarse la baja un poco antes de las 37 semanas y, pensando ya en las medidas de conciliación a las que se acogerá cuando nazca su hijo, predice: "Seguramente tendré que reducirme la jornada porque quiero estar con mi hijo, pero depende también del dinero. Es muy difícil".
Las dudas de María José sobre tener o no un segundo vástago cuadran también con lo que ocurre en toda España. En 2018, último año con registros publicados por el INE, la media se situó en 1,25 hijos por cada madre: es la cifra más baja desde el año 2002, tal y como puede observarse en el siguiente gráfico, donde también se ve que el máximo de descendientes por mujer ha sido de 1,44 en los últimos veinte años (en el año 2008, justo cuando la economía española quebró y, por lo tanto, el número de hijos volvió a descender).
Hay importantes diferencias si se observa la nacionalidad de las mujeres: las extranjeras tienen una media de 0,44 hijos más que las españolas. En concreto, en 2018 la media se ha situado en 1,68 hijos, mientras que la media de las españolas está en 1,19.
Las cifras del INE, que corresponden con los datos provisionales del informe 'Movimiento Natural de la Población', indican que en 2018 hubo 369.302 nacimientos en España, 23.879 menos que en 2017. La cifra, que es alarmante, lo es más si se mira toda la tendencia: desde el año 2008 el número de nacimientos no para de descender, y ya lo ha hecho un 29%.
Pero no solo eso: en cinco años casi se ha duplicado el número de madres que tienen su primer bebé a los 49 o más años (316 frente a 169). O, lo que es lo mismo: el número de nacimientos de madres de 40 o más años creció un 63,1% en los últimos 10 años: en 2008 el 4,2% de los nacimientos fueron de madres de 40 años o más, porcentaje que en 2018 fue del 9,7%. El siguiente gráfico vemos también cómo se desplaza la curva que indica las edades a las que se tienen más hijos: si bien hace diez años estaba en 32, en 2018 ya ascendía a 34 años.