Con semblante serio y luciendo un nuevo cambio de imagen. Así ha llegado el conocido como 'yonqui del dinero', Marcos Benavent, a la primera jornada del juicio por el caso Imelsa, la empresa pública valenciana de la que fue gerente y señalada por presuntas mordidas a cambio de adjudicaciones.
"No se lo deseo pasar a nadie, familias destrozadas, empresarios arruinados, gente suicidada...", se ha lamentado ante la prensa, cambiando así su tono habitual. Nada más empezar la vista, su abogado, Juan Carlos Navarro, ya avisaba: "Soy consciente de la poca credibilidad de mi cliente, que en un momento ha dicho un cosa y en otro va a decir otra".
Era el preámbulo de una metamorfosis por parte de Benavent que se refleja también en su aspecto: este lunes, ha lucido un impecable corte de pelo y una barba muy cuidada, una enorme diferencia con su aspecto cuando saltó el escándalo en mayo de 2015. Entonces, se mostraba arrepentido, afirmando que "era un yonqui del dinero" y que vivía "en la inconsciencia".
Durante años, fue tirando de la manta, repudiando la corrupción y transformando su imagen. "Cuando os dije que iba a salir mierda a punta pala lo acerté bastante", afirmaba en 2019. Fue admitiendo cómo se adjudicaba por "puro enchufismo", según sus propias palabras en 2016, y mostrando su imagen más zen: "Yo lo recomiendo, la única forma de cambiar un poco esto es cambiar uno mismo", sostenía por entonces.
Ni rastro quedaba del hombre con traje que muestran las fotografías de archivo en el vídeo sobre estas líneas. Sin embargo, ahora que la Fiscalía pide para él ocho años de cárcel, ha vuelto a cambiar. Ya hace unos meses, en octubre de 2021, prefirió guardar silencio ante los medios de comunicación.
Su estrategia consiste en pasar del arrepentimiento a la negación e incluso ahora rechaza los audios en los que se escuchan presuntas mordidas, como aquel con Alfonso Rus, expresidente de la Diputación de Valencia, contando dinero. Este lunes, su abogado ha pedido que se excluyan como prueba todas las grabaciones, pero el tribunal no lo ha admitido.