Miguel Blesa nunca escondió su gran pasión por la caza y es que en menos de tres años acabó con decenas de animales salvajes. Entre sus trofeos figuraban piezas únicas como un ñu cazado en Namibia, un hipopótamo en un safari Tanzano o una cebra.
Los documentos gráficos que en su día desveló Eldiario.es datan de 2007 y 2008, mientras Caja Madrid se hundía, Blesa se recorría medio mundo en busca de la mejor presa. Un hobby solo para los más ricos.
Las agencias organizan estos safaris en lo que lo más caro es el trofeo. Un safari en África en régimen de todo incluido puede llegar a los 34.000 euros: licencia de caza, traslados y el león, un premio que puede rondar los 5.500 euros.
Todas las cacerías las organizaba con un fusil, un arma de 8.000 euros regalo de la empresa de equipamiento aeroespacial EINSA.